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Tengo un secreto: mi madre es un puercoespín, en realidad.

Secreto de familia. Isol. Fondo de Cultura Económica

 

Así comienza la historia escrita por ISOL (encontramos el libro en FCE). Una pequeña niña que sentía que su familia era una familia normal hasta que vio la apariencia de su madre por la mañana y ¡era un puercoespín!

Y como lo interesante de la vida comienza cuando cuestionamos todo lo que nos rodea, la pequeña no se perdía el ritual de su madre para parecerse a las demás, parecía haber frascos específicos para parecer normal al salir de casa y, la verdad, la idea de parecerse a ella cuando crezca le aterra.

¿Qué es normal?

Supongo que para la niña lo normal es lo que ve todos los días. Pero tenemos derecho a tener nuestra propia definición. Por ejemplo, si tuviera que describirme cuando me levanto por las mañanas, sería un remolino. Quizá por eso deba ordenar mi vida todos los días, como debe de ser, creo yo.

La imaginación es universal. Me imagino en los zapatos de la pequeña cuando descubrió que no todo es lo que parece, y menos por las mañanas. Qué decepcionada debió haberse sentido y, claro, prefirió guardarlo como un secreto: de esos que se esconden en cada grupo familiar.

Pero es que cuando se quedó a dormir en casa de su amiga Elisa y su familia sin secretos vergonzosos que ocultar, al levantarse por la mañana, nota que, ciertamente, no hay puercoespines… ¡Solo hay cuatro peludos osos! ¡¿Pero que no esta familia era normal y con el cabello en su lugar?!

Pasa que a veces las expectativas de encontrarlo todo no nos permiten ver nada. Qué alivio descubrir que no lo sabes todo y que tampoco tienes que saberlo todo.

Es fascinante la creatividad de la niña que convierte humanos en puercoespines y osos peludos. Ahora sabe que no hay nada de malo en tener la existencia desordenada. Y como nos lo cuenta Marie Bonnafé:

El placer de imaginar sigue siendo un potencial vivo en niños y niñas aun cuando no se encuentren en primer plano en aquellas cuyas familias han sido desviadas del sueño y de la dimensión poética debido a las duras condiciones de su existencia.

Así que a contarnos todas las posibilidades y tomar la responsabilidad de acercar los libros a la vida cotidiana de la infancia. Si nos contamos podremos describir el hilo conductor de nuestros sentimientos de continuidad en el existir.