Vera tiene muchos amigos, le gusta estudiar y siempre piensa que las cosas van a salir bien.
Otto se viste de negro, se queja de todo y es un poco solitario.
Se llevan bien y también se pelean como hermanos… porque son hermanos.
Pero tienen algo en común muy importante: una imaginaciôn tan grande que les permite teletransportarse
a mundos imaginarios cada dos por tres.
Ahora les toca volver a la escuela.